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El divorcio es una situación que implica la disolución del vínculo matrimonial y la extinción de los deberes y derechos que se derivan del mismo. Cuando se tiene una empresa, el divorcio puede ser aún más complejo, ya que se plantean cuestiones como la valoración de la empresa, la liquidación del régimen económico matrimonial, la atribución de las participaciones o la continuidad del negocio. En este artículo te explicamos cómo divorciarte cuando tienes una empresa y qué consejos y recomendaciones debes seguir.
Si tienes una empresa, puedes solicitar dos tipos de divorcio: el divorcio express o el divorcio contencioso.
El divorcio express es el que se tramita de mutuo acuerdo entre los cónyuges, sin necesidad de acudir a los tribunales. Para ello, los cónyuges deben presentar un convenio regulador que regule los efectos del divorcio, como la atribución del uso de la vivienda, la pensión compensatoria o la liquidación del régimen económico matrimonial. El divorcio express se puede solicitar ante un notario o un letrado de la Administración de Justicia, siempre que se cumplan ciertos requisitos. El divorcio express es más rápido y económico que el divorcio contencioso, ya que no requiere de un proceso judicial. El tiempo máximo de espera desde que se presenta el convenio hasta que se obtiene el divorcio es de 1 a 3 meses.
El divorcio contencioso es el que se tramita ante los tribunales, cuando los cónyuges no están de acuerdo en divorciarse o en el contenido del convenio regulador. En este caso, será el juez el que dictará la sentencia de divorcio, estableciendo las medidas que regirán los efectos del divorcio. El divorcio contencioso es más lento y costoso que el divorcio express, ya que implica más trámites y puede durar varios meses o incluso años.
Si tienes una empresa, debes tener en cuenta los siguientes aspectos a la hora de divorciarte:
La valoración de la empresa: la empresa es un bien que forma parte del patrimonio de los cónyuges, por lo que debe ser valorada para determinar su valor real y su reparto. La valoración de la empresa puede realizarse mediante un perito experto, que analizará los aspectos contables, financieros, fiscales y comerciales de la empresa. La valoración de la empresa puede variar según el método que se utilice, por lo que es importante que los cónyuges se pongan de acuerdo en el criterio que se va a seguir.
La liquidación del régimen económico matrimonial: el régimen económico matrimonial es el conjunto de normas que regulan las relaciones económicas entre los cónyuges durante el matrimonio y en caso de divorcio. El régimen económico matrimonial puede ser de separación de bienes, de gananciales o de participación. Según el tipo de régimen que se haya pactado o que se aplique por defecto, la empresa puede ser un bien privativo, un bien ganancial o un bien sujeto a participación. Esto implica que la empresa puede pertenecer a uno solo de los cónyuges, a ambos por mitad o a ambos en proporción a sus aportaciones. En función del régimen económico matrimonial, se deberá liquidar la empresa, es decir, dividir el valor de la empresa entre los cónyuges según el porcentaje que les corresponda.
La atribución de las participaciones: la atribución de las participaciones se refiere a la forma en que se reparten las acciones o las cuotas de la empresa entre los cónyuges. La atribución de las participaciones puede realizarse de varias formas, como la adjudicación de la totalidad de las participaciones a uno de los cónyuges, el reparto proporcional de las participaciones entre los cónyuges o la venta de las participaciones a un tercero. La atribución de las participaciones puede tener consecuencias fiscales, laborales y societarias, por lo que es importante que los cónyuges se asesoren sobre las implicaciones de cada opción.
La continuidad del negocio: la continuidad del negocio se refiere a la forma en que se va a gestionar la empresa después del divorcio. La continuidad del negocio puede realizarse de varias formas, como la continuidad de uno de los cónyuges como administrador único, la continuidad de ambos cónyuges como administradores mancomunados o solidarios, la designación de un administrador externo o la disolución de la empresa. La continuidad del negocio puede afectar al rendimiento, la rentabilidad y la viabilidad de la empresa, por lo que es importante que los cónyuges se pongan de acuerdo en el modelo que se va a seguir.
Si tienes una empresa, debes seguir los siguientes consejos y recomendaciones a la hora de divorciarte:
Buscar el acuerdo con el otro cónyuge: el acuerdo con el otro cónyuge es la mejor forma de evitar conflictos, retrasos y costes innecesarios en el proceso de divorcio. El acuerdo con el otro cónyuge implica negociar de forma razonable y equitativa los aspectos relativos a la empresa, como la valoración, la liquidación, la atribución y la continuidad. El acuerdo con el otro cónyuge facilita el trámite del divorcio y favorece la buena relación entre los cónyuges y con los empleados, los clientes y los proveedores de la empresa.
Contar con el asesoramiento de un abogado: el abogado es el profesional que puede orientar y defender los intereses de los cónyuges en el proceso de divorcio. El abogado puede ayudar a redactar el convenio regulador, a revisar la documentación, a resolver las dudas y a gestionar los trámites. El abogado puede ser común o individual, según la preferencia de los cónyuges.
Contar con el asesoramiento de un experto en valoración de empresas: el experto en valoración de empresas es el profesional que puede determinar el valor real de la empresa, teniendo en cuenta los aspectos contables, financieros, fiscales y comerciales de la misma. El experto en valoración de empresas puede ser común o individual, según la preferencia de los cónyuges.
Contar con el asesoramiento de un experto en fiscalidad: el experto en fiscalidad es el profesional que puede informar sobre las consecuencias fiscales del divorcio, tanto para los cónyuges como para la empresa. El experto en fiscalidad puede ser común o individual, según la preferencia de los cónyuges.
Contar con el asesoramiento de un experto en derecho internacional: el experto en derecho internacional es el profesional que puede informar sobre las normas y los trámites que deben seguir los cónyuges si tienen otra nacionalidad o residen en otro país, para que el divorcio sea reconocido y tenga efectos en el país correspondiente. El experto en derecho internacional puede ser común o individual, según la preferencia de los cónyuges.
El divorcio es una situación que implica la disolución del vínculo matrimonial y la extinción de los deberes y derechos que se derivan del mismo. Cuando se tiene una empresa, el divorcio puede ser aún más complejo, ya que se plantean cuestiones como la valoración de la empresa, la liquidación del régimen económico matrimonial, la atribución de las participaciones o la continuidad del negocio. En este artículo te hemos explicado cómo divorciarte cuando tienes una empresa y qué consejos y recomendaciones debes seguir. Esperamos que este artículo te haya sido útil y que hayas aprendido más sobre cómo divorciarte cuando tienes una empresa.
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